Reunión en Jerusalén.

Hace unas semanas, en Antioquía se produjo una agitación: algunos de Judea fueron a allí y empezaron a predicar sobre la circuncisión, diciendo que si no se seguía esa costumbre uno no se podía salvar. Pablo y Bernabé , que también estaban predicando por esas tierras , al oír esto lo negaron , pero la muchedumbre, de acuerdo con los que habían dicho los venidos de Judea, decidieron traerlos a Jerusalén.
Hoy han llegado y nos hemos reunido todos: apóstoles y presbíteros ,para tratar este asunto; ya que los fariseos convertidos apoyaban la necesidad de tener que ser circuncidado para obtener la salvación.
Entonces después de una larga discusión me he levantado y les he dicho que el amor y la salvación de Dios no se obtiene mediante la circuncisión , sino por medio de las buenas obras , de la fe y del Espíritu Santo.
Al oír esto todos han entrado en razón, y con un clima más relajado , Bernabé y Pablo han contado sus hazañas por el mundo.

Para acabar la reunión hemos elegido entre todos a dos discípulos para que ayudaran a Pablo y Bernabé a predicar por Antioquía; estos han sido Barbarás y Silas.

San Pedro.