Al reunirnos Juan y yo con los demás discípulos les hemos contado lo que nos había sucedido.
Al oírlo todos hemos entonado una oración que pedía fuerzas a Dios para curar enfermos, para predicar su palabra, para tener el valor de predicarla y actuar como nuestro señor Jesús.
Al acabar la oración el suelo ha temblado , pues el Espíritu Santo había vuelto ha nosotros .
San Pedro
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