Ante el Sanedrín

Hace dos días estábamos Juan y yo hablando al pueblo , cuando de repente aparecieron unos guardias del templo indignados por las enseñanzas que predicábamos al pueblo y nos  arrestaron durante un día.
Ayer se reunieron en Jerusalén los jefes ,el sumo sacerdote y varios sacerdotes para preguntarnos bajo que poder habíamos curado al hombre cojo. Yo he respondido que lo hacía en nombre de Jesucristo y por eso han buscado una excusa para condenarnos y chantajearnos para que no habláramos más así a la gente aunque al ver el hecho del hombre que antes era cojo y ahora caminaba nos han dejado ir.




San Pedro