Estábamos los demás apóstoles y yo predicando al pueblo, cuando de repente ha aparecido el sumo sacerdote con todos los suyos y nos ha apresado públicamente por lo que enseñábamos al pueblo. Pero por la noche, en prisión ha venido el ángel del Señor , ha abierto las puertas de la cárcel y nos ha sacado de ahí diciéndonos que fuéramos al templo y que anunciáramos al pueblo lo que acababa de suceder, así lo hemos hecho.
San Pedro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario